Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad, y por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas; doblan por ti.
JOHN DONNE
1 comentario:
Oh, buenísimo. Cité esta misma frase en un parcial de Ética pero en vez de adjudicársela a John Donne, se la adjudiqué a Walt Whitman. Un verdadero papelón jaja, pero la idea estuvo.
Es muy buena la frase.
Saludos!
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