sábado, 23 de febrero de 2008

TAUTOLOGIA DEL OMBLIGO



En vísperas de lápices vagos y crayones obstinados
que deambulan impacientes buscando de sí mismos un rastro,
una cordillera de silencios me separa
de aquel prodigio innombrable.

A pesar del firmamento, fecundo consuelo de pobres,
lápices vagos y crayones obstinados agrietan de repente
la solemnidad de mis creencias, la pureza de mis rasgos.
Poetizando la miseria, malinterpretando la dicha,
ardiendo en cada recuerdo una insoportable letanía.

Así también van silbando los días, torpes y obtusos
aprisionándome a ellos con la fiebre entre los pelos.
Juraría que el mundo gira abocado a sus reveses,
En los que muestra la mentira su tramposo rostro fehaciente.

Cual sea el rumbo que me atañe,
lápices vagos y crayones obstinados
deambulan desesperados
con el pálpito en su trazo del incógnito recado.

De a ratos sus cansadas huestes me abandonan
y a lo lejos, mientras veo, creo entender
el mar, el tiempo, las efigies de mis sueños…
Me iré vibrando hacia ellos para eclipsarme de pronto.
Donde ellos se hacen cruces, mi existencia en paz concluye.

martes, 19 de febrero de 2008

EXISTENCIALISMO



Va paseando uno por esa insólita rayuela
que en la contradicción comienza,
y vaya a saber donde termina.

Va pisando uno sobre esas inhóspitas huellas;
siendo, sin saberlo, la infernal orquesta
de un reloj que bordea el escote del abismo;
peregrinando, aunque no quiera
la escabrosa rayuela
que en la contradicción comienza,
y vaya a saber donde termina.

Bajo un cielo de orgullosas voluntades,
la providencia cae de bruces al vacío.
Bajo un cielo de infatigables conjuros
se siente el tiempo y su conciencia,
desparramando en la planicie
la infinitud de su caos.

La historia se mece entre dos brazos
que distienden su apariencia,
y definen su esencia:
las trampas que le tiende su inocencia,
y la nostalgia de sus pasos.

jueves, 31 de enero de 2008

ANCLADO MISTERIO



De entre los destellos de soles
que se escurrieron de los dedos de Morfeo,
estuvieron siempre guardados
el destino y sus inmaculadas muecas,
recónditos bajo los pliegues de una sinuosa pollera.

Dónde mas sino en su seno
brotan álgidos los acontecimientos,
desvestidos de resplandores y de sombras,
escupiendo el incorregible caudal de las horas

Si te hubieras visto verme desde allí debajo…
Eras la finitud misma tocándose los pies.

Si te hubieras visto verme desde allí debajo,
acabarían por esfumarse tus días de amén.
Modesto recuerdo serías, de que alguna vez
de tus ruinas, fuiste baldosa.
Pues en tus estrechos ojos
había hambre de maravilla y sed de gloria.

martes, 29 de enero de 2008

MASCARÓN DE PROA



Ven a mi, mascarón de proa.
Con tus leyendas de océanos almáticos
y el arcano salado de sus olas.


Ven a mi, mascarón de proa.
Sálvame del tiempo y sus infernales colas;
que el misterio ha desentrañado,
convirtiéndolo en un absurdo paisaje de notas.


Y cuando en esta isla,
la impertinente noche, robe parte del día,
ahí estarás tú, mascaron de proa,
resplandeciendo en todo aquello,
dejando atónitas mis lágrimas frías.


Si el cielo hablara…
¡Ay si el cielo hablara…!
Diría que somos uno,
mascaron de proa.
Una estela ardiente
en medio de la nada.